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El avance de la mujer musulmana depende más de los países árabes que de Occidente

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EP

Carmen Ruiz destaca que en los países árabes hay movimientos feministas "muy activos", pero deben dejar de ser "de élite"

La catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Sevilla y experta en Islam, Carmen Ruiz, afirma que el avance en los derechos de la mujer musulmana debe residir en los propios países árabes y consideró que la actuación de Occidente en este asunto "no es determinante".

Ruiz, que participa en el curso 'Judaísmo, Cristianismo e Islam, tres religiones en diálogo' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), afirmó que el poder del cambio de la mujer en estos países no recae sobre Occidente, cuya "presión" se suele utilizar, según dijo, por parte de algunos árabes para "frenar" movimientos en favor de la mujer, con el argumento de que "estáis tomando modelos extranjeros", lo que avergüenza a las propias afectadas.

La catedrática destacó que muchas mujeres prefieren "mantener su posición" por miedo a represalias, pero que si quieren progresar deben dejar de transmitir sus reivindicaciones a través de los sectores de elite, y hacerlas por mujeres implicadas con el país, aunque vivan en el extranjero, pero que "sean capaces de ser creíbles ante los demás".

Así, señaló que los países árabes cuentan con movimientos feministas muy activos, pero que deben dejar de ser "movimientos de elite", y consideró muy importante "la internacionalidad" de estos movimientos ya que sino "es difícil que las mujeres progresen".

Según Ruiz, las mujeres musulmanas están aprendiendo que el matrimonio "no es un estamento, sino que sólo es un contrato". También indicó, la importancia de que ésta "sea consciente" de tener su propio patrimonio", que tenga libertad de recursos, porque "esto es algo que el Islam reconoce", señaló.

La catedrática destacó que Islam representa un quinto de la población mundial, por lo que Europa también puede "hablar del Islam en primera persona", y en España "ya no podemos hablar del Islam como un tema de extranjeros". Para Ruiz, el mayor reto social del Islamismo es "la igualdad de todos los seres humanos.

Por su parte, la profesora de Historia del Judaísmo de la Universidad de Barcelona, Meritxell Blasco, que también participa en el curso junto con la presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso en Madrid (ADIM), Margarita María Pintos, afirmó que en la actualidad la mujer judía es "moderna", accede a la educación y tiene la elección de acceder al judaísmo, ya que se considera "una elección personal", dijo.


En cuanto a la mujer dentro del cristianismo, Pintos señaló que la estructura piramidal en la que se ordena el cristianismo, siempre cuenta con "más varones en la zona de arriba" y las mujeres se encuentran "subordinadas" al poder de los varones.

Indicó que "Jesucristo creó una sociedad igualitaria" y que no se debe repartir en función del género, sino de la persona. Además, reivindicó a María Magdalena, como "fundadora del Cristianismo", un tema que "ha creado mucho debate durante el curso", dijo.

VUELTA A LAS TRADICIONES

Sobre la forma de vestir de las mujeres en los países árabes, Ruiz señaló que en los últimos años se ha producido "una vuelta a las tradiciones", ya que antes éstas "no llevaban el velo ni iban tapadas".

Indicó que el Islam "no impone esa forma de vestir" y que lo llevan en los países occidentales como una forma de señalar que "esas mujeres son musulmanas, pertenecen a nuestra comunidad, y si no eres musulmán no puedes casarte con ella", señaló.

Las tres expertas coincidieron en destacar que antiguamente el hecho de que la mujer fuese tapada era "igual en las tres religiones".

Según Blasco, los judíos "no se prodigan en enseñar sus símbolos en Europa", principalmente "por motivos de seguridad". Dentro de los ultraortodoxos, las mujeres visten con faldas largas y llevan la cabeza cubierta, muchas veces, a su juicio, por miedo "a perder la propia identidad".

Puso como ejemplo, que en las universidades turcas se ha prohibido que las mujeres judías se tapen la cabeza, y ellas "han comenzado a ponerse pelucas", por el "simple hecho de llevar algo en la cabeza y por miedo a la asimilación", dijo.

Por su parte, Pintos señaló que muchas cristianas "han ido con velo y han entrado con mantones a las iglesias", por lo que no nos debe resultar "tan raro" verlo en otras religiones. Además, señaló que está "totalmente en contra" de que se muestren símbolos religiosos en las escuelas, "ni de la religión cristiana ni de ninguna otra", ya que las escuelas "no deben ser un lugar de adoctrinamiento".

AlfaBeta: ¿cómo se conectan las mujeres inmigrantes a la red?

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Buscar piso, echar currículum, hablar con la familia en el país de origen, informarse de lo que ocurre en su país… Son algunos de los usos que la población inmigrante hace de las nuevas tecnologías, aunque el reto es sumar a las mujeres.

Lourdes, Cristina, Miriam, Norma e Inés son algunas de las mujeres que han participado en el curso de informática de la asociación madrileña Proyecto San Fermín. Unas son españolas y otras inmigrantes, y todas han aprendido a perder el miedo a las nuevas tecnologías y han conocido herramientas para, por ejemplo, hablar con sus seres queridos en sus países de origen.

Lourdes, Cristina, Miriam y el resto de chicas son un ejemplo de cómo cada vez surgen más proyectos para romper la brecha digital por motivos de género. Uno de ellos es AlfaBeta, un programa para la alfabetización mediática y digital de mujeres inmigradas que se pregunta sobre la relación de estas mujeres con las TIC y las diferencias con otros colectivos y con los hombres inmigrantes.

“El lugar que ocupan las TIC en la vida de las personas inmigrantes es decisivo para superar su proceso de adaptación en la nueva sociedad y poder integrarse. Son las TIC vía móvil o a través de internet las que mantienen a las diásporas en contacto y las redes sociales de apoyo, imprescindibles para que estas personas sobrevivan y se desenvuelvan en la nueva sociedad”, explican desde AlfaBeta, impulsado por Red Activa.

Para las mujeres inmigrantes, además, la inclusión digital supone también “reafirmar sus capacidades personales, su autoestima y su motivación de aprender”. A través de las TIC mejoran sus niveles de alfabetización, acceden a recursos online ciudadanos y administrativos y refuerzan su identidad cultural y crean red. En este contexto, el programa AlfaBeta ya ha pasado su primera fase de investigación y ahora se encuentra en un segundo nivel de creación de recursos y formación a mujeres inmigrantes a través de talleres de internet, blogs y vídeos, entre otros.

Mujeres, TIC e inclusión

En la actualidad, el 11,4% de la población que vive en España es inmigrante y, de todas las mujeres residentes en el Estado, las inmigrantes suponen el 10,6%, según la Encuesta de Población del 2008 del Instituto Nacional de Estadística. De ahí la importancia de iniciativas que fomenten su inclusión a través de las nuevas tecnologías.

En los últimos años, además, las TIC se han convertido en una herramienta útil para la inclusión de mujeres en situación de riesgo en España, inmigrantes y no inmigrantes. Ejemplos de ello son proyectos como ZonaTICs, que la entidad Surt tiene en marcha para reforzar sus acciones formativas con mujeres; o el proyecto Conectados que la Fedelatina impulsa y por el que jóvenes inmigrados muestran sus puntos de vista desde varias plataformas comunicativas.

"Entra en Red", un proyecto en el corazón de Barcelona para apoyar la formación en informática de mujeres inmigrantes y la búsqueda de empleo

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Canal Solidario

Cada mañana, Karima, Hanane y Meriem van al local del Casal d’Infants del Raval en Barcelona con una idea: formarse en informática y nuevas tecnologías para encontrar un trabajo. Como ellas, una veintena de chicas de entre 16 y 25 años y de países tan diversos como Marruecos, República Dominicana y Bangladesh participan en "Entra en red", un proyecto que pretende ofrecer las herramientas necesarias a todas estas jóvenes y fomentar la inclusión sociolaboral.

"Cada mañana voy al casal y participo en el programa para aprender a utilizar un ordenador e Internet, saber cómo hacer currículums y buscar trabajo por Internet", explica Karima, una joven de 18 años. La misma inquietud tienen Meriem y Nuris. La primera llegó de Tánger con su marido y su ilusión es formarse en nuevas tecnologías y encontrar un empleo; Nuris llegó de República Dominicana hace dos años y participa en la iniciativa del Casal d’Infants del Raval para aumentar sus conocimientos y descubrir exactamente qué es lo que más le gusta y a qué le gustaría dedicarse.

La organización puso en marcha el proyecto hace seis meses y desde entonces ha trabajado con las chicas en las áreas de orientación laboral, formación en informática y adquisición de habilidades. Se trata de que las jóvenes "trabajen las relaciones sociales, accedan a herramientas de formación e inserción laboral y, sobre todo, que descubran qué modelo de mujer quieren ser", explica Mireia Amat, responsable del proyecto.

En todo este tiempo, las jóvenes han aprendido a utilizar programas como el Word, Excel, Flash y Photoshop y han conocido trucos para elaborar sus currículums y cartas de presentación. Una vez finalizado el proceso, el Casal d’Infants del Raval las ayuda en la búsqueda de empleo y busca apoyo entre empresas del sector para que las chicas puedan realizar prácticas.

De hecho, más de la mitad de las chicas que empezaron el programa ya han encontrado trabajo, señala Mireia Amat. Es el caso de Grizlane, una joven marroquí de 17 años que a través de la iniciativa del Casal d’Infants ha encontrado un trabajo "a jornada completa"; o de Nuris, que se declara "orgullosa" de sí misma porque su jefe le dice que cada día lo hace mejor y valora su "interés por trabajar".

Una web de referencia

De momento, las habilidades que han adquirido todas estas chicas pueden verse ya en una página web ideada por ellas, en la que explican sus impresiones, sus sueños y sus logros. Se trata de un punto de referencia para el grupo, desde donde exponer sus inquietudes, comentar qué han aprendido en el programa "Entra en red" y hablar de sus experiencias en el mundo laboral.

El sitio online, que se ha convertido en una muy buena herramienta para que las jóvenes se vinculen al proyecto, también ofrece una serie de enlaces de buscadores de empleo y un pequeño foro donde exponer consultas a un abogado.

http://www.entraenxarxa.org

Aparece en España ’El sabor de la miel’, la novela erótica que rompe clichés de la mujer árabe

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MEDITERRANEAS.ORG

La obra de la escritora siria Salwa al Neimi, escrita en árabe, ha sido prohibida en algunos países islámicos y aclamada en otros por dar una imagen distinta de la cultura musulmana.

La escritora siria Salwa al Neimi ha traspasado muchas barreras con El sabor de la miel, una novela erótica escrita en árabe prohibida en algunos países islámicos y aclamada en otros por ofrecer una imagen distinta de las mujeres árabes y la cultura musulmana.

El libro acaba de aparecer en España, pero lleva a sus espaldas un largo recorrido desde que fue publicado en el 2007 por la editorial libanesa Ryad El-Rayyess. Prohibida totalmente en su país natal, Siria, y para los menores de 18 años en el Líbano, la novela se ha divulgado con éxito en países como Marruecos o Túnez, se ha traducido a casi veinte idiomas y se ha publicado hasta la fecha en EE.UU., Francia o Italia, con planes de hacerlo en un futuro en Brasil y Japón. Y allí donde ha sido prohibida, internet ha permitido "burlar la censura" de forma gratuita, destacó la autora entre risas.

En El sabor de la miel, la protagonista, una mujer sin nombre al igual que los personajes masculinos, relata en primera persona su descubrimiento del sexo, primero a través de la literatura erótica árabe y después por sus contactos con hombres, fundamentalmente el conocido como El Pensador.

"El interés que está teniendo en todo el mundo es precisamente porque rompe clichés y habla de otras cosas de las que se habla normalmente cuando se refiere a las mujeres árabes o la cultura musulmana", explicó hoy la escritora a Efe en Madrid, adonde ha acudido a presentar la novela. Dirigida fundamentalmente al "lector árabe", la novela "ha interesado mucho a los jóvenes", que han visto que la libertad sexual y la literatura erótica "no es propia sólo de los países occidentales, sino que está presente en la cultura árabe", aseguró.

Y es que la autora, afincada en París y experta en literatura árabe, se inspira precisamente en los textos eróticos árabes antiguos para crear una obra "un poco híbrida", a veces ensayo a veces novela, "que ha hecho mucho ruido" y por la que la autora ha sido calificada como "la más atrevida de las escritoras árabes".


Al Neimi, que asegura no entender qué quieren decir cuando la llaman "atrevida" y que rechaza de plano que la consideren pionera, ya que antes que ella hubo "muchas mujeres árabes que han escrito sobre sexo", está convencida de que los textos antiguos que cita en su obra "son mucho más audaces" y "mucho menos tímidos" que ella. Y eso que fueron escritos hace muchos siglos por "sabios, intelectuales o jueces", que "detentaban el poder religioso y mundano" en su época y que ahora, sin embargo, "se censuran".

"En el mundo árabe tenemos una relación deformada con nuestra cultura. Es como si se hubiera hecho una amputación, porque hay partes de nuestra cultura que actualmente se ignora o que incluso se desprecia", argumentó la autora. "Lo que existe actualmente en circulación son una serie de clichés, pero no sólo en el mundo occidental. También en el mundo árabe hemos llegado a interiorizar los clichés y a creérnoslos", añadió. Algo que la autora detectó incluso en el propio proceso de redacción: "Podríamos decir que hasta el ordenador está castrado, porque hay palabras del lenguaje erótico sexual que no reconoce, que no existen para él". Y advierte: "Una lengua castrada engendra hombres y mujeres castrados".

Las solteras egipcias se organizan frente a la presión social y la marginación

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Ines Bel Aïba / MEDITERRANEAS.ORG

1. • En una sociedad tan conservadora y religiosa, casarse es una obligación y una obsesión

Ante las presiones que soportan las mujeres solteras en su país, donde el matrimonio es una obsesión, una joven egipcia ha decidido dar un paso adelante. Para cambiar la visión "injusta" que Egipto tiene de los solteros y afrontar la dificultad de ser mujer en una sociedad patriarcal, Yomna Mojtar ha creado Solteronas por el Cambio.

Fue en el inevitable Facebook, convertido en una plataforma para la protesta social en Egipto, donde esta periodista de 27 años lanzó el grupo, que cuenta ya con más de 550 miembros. "La sociedad tiene una visión muy negativa de los solteros. Los presiona fuertemente para que se casen y les margina" si no lo hacen, afirma Mojtar. En un país conservador donde la religión es omnipresente, casarse es una obligación, tanto para los cristianos como para los musulmanes. Incluso hay asociaciones islámicas que organizan regularmente bodas colectivas para los más desfavorecidos, con el objetivo confeso de evitar los comportamientos "desviados", es decir las relaciones sexuales fuera del matrimonio o la homosexualidad.

"Incompletas"

Estudien o trabajen, las mujeres no casadas son percibidas como "incompletas", dice Mojtar. La edad a partir de la que una mujer es considerada una solterona varía según el medio en el que se mueva, pero en cuanto se acerca a la treintena, los comentarios descorteses —y las pullas— se multiplican.

En Egipto "se inculca a la mujer desde la cuna que su supremo destino es casarse y tener hijos", dice Mojtar. La socióloga Madiha al Safti confirma que tradicionalmente la mujer es ante todo esposa y madre: "Toda familia detesta tener una solterona. Una mujer sola está muy mal vista. La gente se pregunta qué problema debe tener".

Mojtar quiere ver en el entusiasmo mediático por su iniciativa un signo de una tímida evolución. Y también en el hecho de que parejas casadas e incluso hombres se hayan unido al grupo. "¡Lo que pasa no es normal, y alguien tenía que decirlo!", se exclama Mohamed Abdel Ati, de 25 años, uno de sus miembros. "Casi todos mis amigos están casados y tienen hijos. Cada vez que les veo, la misma cantinela: ’A ver si te casas, Mohamed!’. Y sus mujeres me proponen: ’¿Quieres que te busquemos a alguien?’", explica.

El grupo organizará reuniones moderadas por un psicólogo en las que las solteronas puedan expresar su malestar. Sin embargo, está lejos de militar por el celibato, y no traspasa ninguna de las líneas rojas que impone la sociedad. "No estamos contra el matrimonio, ni contra los hombres. Lo que queremos es que las parejas se forjen sobre bases sólidas —afirma Mojtar—. Algunas mujeres se casan demasiado deprisa para que no les digan más que son unas solteronas. Pero con un matrimonio con el primero que pillan, corren el riesgo de cambiar ese calificativo por el de divorciadas, que también está mal visto".

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