En la residencia del embajador de Túnez

Publicado en La Mujer en la Alianza

MDE recogió propuestas de acción destinadas a la red ‘Mujeres para un Mundo Mejor’

Madrid, 11 de junio de 2010.- Mujeres para el Diálogo y la Educación (MDE) organizó el pasado 10 de junio un encuentro para activar la acción de la red ‘Mujeres para un Mundo Mejor’ en Madrid. Esta primera cita tuvo lugar en la residencia del embajador de Túnez, Mohamed Ridha Kechrid, donde, además, se expusieron los logros alcanzados por la mujer tunecina.

La presidenta de MDE, Giovanna G. de Calderón, manifestó que el V Encuentro de esta red España-África celebrado en marzo en Valencia, ante un auditorio de quinientas mujeres “no podía quedarse ahí y había que difundirlo”. De Calderón recordó el mensaje de Asha Migiro, vicesecretaria general de la ONU: “No debemos esperar a que se nos empodere, debemos empoderarnos nosotras mismas”, procedió a la lectura de la declaración que se firmó en la capital del Turia, donde se expresa, entre otras cosas, el apoyo a las mujeres como líderes políticos y empresariales y a la consolidación de la educación mediante un programa de formación, organizado por la UNED, para incrementar el número de maestras en diversos países africanos.

La encargada de dar más detalles sobre dicha red fue Mª Ángeles Álvarez, miembro del Comité de la misma y portavoz adjunta del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Madrid. En su intervención manifestó que la finalidad de esta iniciativa es “conseguir una sociedad más justa, más equilibrada y más humana”. Ante esta tarea, “estamos muy orgullosas de acompañar a las mujeres africanas”; y aclaró que “acompañar no es dirigir, podemos tener más recursos pero no más fuerza ni más ideas”.

Por su parte, el embajador de Túnez, Mohamed Ridha Kechrid, y Amina Mkada, de la Asociación de Madres Tunecinas en Madrid, hablaron de la situación de la mujer en este país magrebí, donde se han alcanzado grandes avances en materia de derechos. La mujer ha conseguido salir al espacio público gracias a las reformas adoptadas por el Gobierno, de forma que tiene un alto nivel de escolarización, puede acceder a un puesto de trabajo y ejercer derechos civiles  recogidos en el Estatuto de la Familia, como mantener el domicilio conyugal cuando se divorcia o enviuda, el pago de una pensión alimenticia por parte del marido cuando hay hijos, etc.

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